TERCIOPELO DE MANDARINA

Es tiempo de mandarinas y al escribir la frase, mi memoria me juega una mala pasada y me transporta veloz a mi niñez, bueno mas bien a la pubertad o mejor aún, a mi edad del pavo entre los 12 y 13 años, que para mi fue un tiempo de lucha entre las necesidades físicas y espirituales que se abrían ante mi y la férrea disciplina a la que me tenían sometida en casa. 

Desde que tengo uso de razón me recuerdo agarrada a un libro, eran mi refugio y en aquella época mi manera de soñar, viajar, volar o tener mil identidades distintas, pase de leer a Enid Blyton a Dostroyeski, Tolstoi y Cholojov, me encantaban los escritores rusos a pesar de mi edad. Después fueron Victor Hugo, Kafka y un largo etc.

Esa época ha quedado muy atrás, pero aun conservo la afición o como dicen en casa, el enganche enfermizo a leer todo lo que cae en mis manos, libros, periódicos, recortes, folletos, es decir todo lo que contenga letra impresa.

Pero ahora no me puedo permitir comprar mas libros, solo leo prestados de amigas o de la biblioteca porque  no tengo un solo hueco donde ponerlos; de cuando en cuando voy soltando libros por la calle como si fueran pájaros y los deposito en los aparcamientos encima de los capos de los coches, para que también ellos puedan vivir otras vidas.

Y leyendo uno de mis antiguos cuadernos ha aparecido esta receta de la abuela, que ya ni recordaba y que me comía en un suspiro, cosa que ayer volví ha repetir.
Es sencilla, resultona y esta taaaaaan rica.

Ademas echa por tierra una leyenda urbana que dice que con las mandarinas no se puede hacer ningún postre, la razón que esgrimen "tienen poco sabor y no imprimen carácter a los postres", pues esta es la prueba de que no es así. 

Espero que os animéis a comprobar el resultado, en la boca se transforma en algo etéreo y ademas si le vestimos de navidad sera un estupendo postre para estos días, con la ventaja de que se puede preparar con antelación.
Disfrutad de la temporada de mandarinas.

Ingredientes

1 kg. de mandarinas

zumo de 1/2  limón
la piel de una mandarina
1 pedacito de piel de limón

300 gr. de azúcar

6 huevos

1 pizca de sal

Como habréis visto en los ingredientes, no lleva ni una gota de harina, lo que le confiere una textura única que recuerda a una mousse sin serlo.

En una sarten al fuego ponemos un poco de agua y 100 grs. de azúcar, hacemos un caramelo que verteremos en el molde tapizando bien las paredes y la base.

Mientras se enfría vamos pelando las mandarinas y las añadimos al bol donde las vayamos a triturar, reservamos 1 piel. Exprimimos medio limón y añadimos el zumo a las mandarinas, prestar atención por si tienen semillas, añadimos el resto del azúcar y trituramos.

Añadimos la piel de la mandarina, el pedacito de piel de limón y la sal, trituramos de nuevo. En este punto comprobar el liquido porque los ingredientes están calculados para obtener mas o menos un litro de masa, si sale mas habrá que añadir de forma proporcional mas huevos. 

Añadimos los huevos y trituramos de nuevo.

Poner al baño maría a 160º  unos setenta minutos pero habrá que ir vigilando. Estará listo cuando al pinchar la aguja salga limpia. 
Espero que os guste y lo disfrutéis.